LA NIEVE


Imagina que te sumerges en el frío de la noche o en el agua de un lago de montaña, allí donde brota puro. La piel grita por el choque con el calor de tu cuerpo. ¿Puedes imaginar un dolor que quema sin sol? Es lluvia blanca que no moja sino esconde. Que transforma las chozas y les roba el color hasta que no puedes mirarla porque duele en tus ojos incluso después de cerrarlos.
Extiendes la mano abierta y una de esas gotas de tejido se posa y te mira, lánguida, hasta desaparecer. Aunque son débiles por separado, unidas pueden ocultar a un hombre tendido y hacerle dormir hasta la muerte. Cuando las nubes oscuras se derraman y el sol abandona el mundo, aturdido, ese manto adquiere la rigidez de la madera y es difícil quebrarlo. Da miedo, ¿verdad? El mundo pierde sus matices, cubierto por un sueño del más puro y blanco lino. ¿Cómo encontrarás la senda, tú que transitas por los caminos de arena de la Tierra Vacía?

A eso, mi buen hermano, lo llaman nieve.
spacer

¿PASADO O FUTURO?

Sentado en el lugar prominente observo a los retoños compartiendo el espacio cubierto delante de la caverna comunal. El mío, tan parecido a mí en todo, domina claramente el juego. Lanza la piedra como nadie. Acaricio mi arma. Está pulida con mimo y me ha ganado el sobrenombre de «bueno-más-bueno» por mi habilidad. Nadie osa enfrentarse a mí ahora, y menos cuando, ante un lance de juego que no me ha gustado, increpo a los demás con mi voz poderosa. Pido a mi vástago que lo golpee duro en la cabeza. Cuando veo los efectos, sonrío satisfecho. Lo estoy preparando para el futuro.
spacer